CARTA A UN USUARIO

Querido usuario de mi Unidad de Trabajo Social:
Lo siento. Siento tener que estar pidiéndote mil papeles para acreditar tu sufrimiento, para que alguien, en algún despacho decida que sí, que lo estás pasando mal, que eres merecedor de una dádiva que graciosa, amable, solidaria y benefactoramente te concederá el Estado (después de esperar seis meses). Quiero que sepas que para mi no estás bajo sospecha, que sé que te ha costado acercarte hasta aquí, que tus lágrimas cuando hemos hablado eran reales, que has pensado de “todo, incluso abandonar, pero tienes una familia en la que pensar “. Siento tener que decirte que una ayuda de emergencia social tardan tres meses en contestarla, y lo siento por tí, y también por mí, pues me parece formar parte de un engranaje perverso que diciendo que se ocupa de las personas las denigra y maltrata. Quiero agradecerte tu actitud para conmigo, tu educación, el hecho de que en ningún momento me confrontaras,o te enfadaras, ese guiño cómplice con mi trabajo:-”seguro que hoy has atendido a diez más como yo”- en una demostración de empatía natural que nace de un sentimiento de solidaridad verdadera, nada artificiosa ni ideológica, sino vital. Y, finalmente quería agradecerte el que aún con todo lo que te había dicho de las dificultades y los tiempos, de los engorrosos trámites, de las escasísimas cuantías… me dieras las gracias tres veces por haberte escuchado.
Queria escribirte esta carta porque se me olvidó decirte una cosa: además del Trabajador Social que te escuchó, soy, para todo lo demás, tu compañero.

Las tres copias de Escher y el Trabajo Social.

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Si tuviera que elegir una imagen que definiera la intervención psicosocial propia del Trabajo Social sería esta que propone Escher, ejemplo excelente, a mi modo de ver, del Paradigma de la Complejidad, tan presente en nuestra intervención. En este cuadro podemos ver cómo las múltiples perspectivas sobre la realidad, todas ellas lógicas desde el punto de vista individual (desde cada una de las personas que aparecen en el cuadro), dejan de serlo cuando ampliamos un poco la mirada y, sin embargo, hay una cierta coherencia en el todo del cuadro. Acordémonos ahora de un caso con el que llevemos tiempo trabajando…..¿ya lo tienes?. Pues te propongo un ejercicio. Haz tres copias del cuadro. En la primera sitúas a los miembros de la familia (¿qué ve cada uno?, ¿qué dice de lo que ve?, ¿sabe lo que ven el resto de los miembros de la familia?), en la segunda a los profesionales del equipo con el que trabajas (¿dónde está cada uno?, ¿que perspectiva tienen?, ¿qué interpretan?). Y en el tercero los sistemas que están presentes en la intervención (el social, el educativo, el sanitario). Pues bien, uno de los ejercicios que diariamente tenemos que hacer como trabajadores sociales es el de responder a la pregunta:¿qué vemos en los tres cuadros de Escher?. La respuesta nos acercará más a una intervención eficaz.

Libre interpretación sobre de qué se ocupa el Trabajo Social. Divertimento

Mirad el siguiente vídeo por favor, son solo dos minutos y es para niñ@s pequeños y grandes

No está en los libros de texto, tampoco en los manuales de trabajo, ni siquiera en las declaraciones o definiciones que se dan sobre el Trabajo Social, pero creo que, (con la libertad desde la que hablamos en esta bitácora), podríamos decir que el fin del trabajo social es el de colaborar en extender ese hilo de la vida, que no quede cortado en ningún momento, y si lo hace, ayudar a enhebrarlo.
Trabajamos con ese hilo rojo que vincula y conecta a las personas, que nos hace humanos y que enlanza, como nudos de una misma cuerda vital, amor, dolor, soledad, compañía, alegría ,tristeza. Así que ya sabeís lo que podéis contestar la próxima vez que os pregunten con qué trabajáis o qué es lo que hace un Trabajador Social: cuidar del hilo rojo de la vida.

LA PALABRA

Desde hace años atiendo a una mujer que me parece un ejemplo de dignidad y coraje. Asediada por múltiples problemas de todo tipo, (económicos, de vivienda, de salud), con varios hijos en prisión y alguno de ellos, con problemas derivados del consumo de tóxicos, cuida además, de un nieto de poca edad. Ha peleado todas y cada una de las sentencias condenatorias de sus hijos, cada uno de sus permisos,y cada una de las recaídas. Ha visitado todas las instituciones imaginables (políticas, sociales, penitenciarías) y se ha entrevistado con decenas de profesionales de los diferentes ámbitos administrativos. Es pura vitalidad y lucha y dice que sólo me visita cuando la desbordan las preocupaciones. Ayer vino a verme y me dijo dos cosas que me impresionaron/emocionaron y que por eso quiero compartir. La primera «los hijos nunca tienen edad para una madre» dando a entender que el respeto debido a una madre no debe perderse así tengas treinta, cuarenta o cincuenta años y la segunda «les he dicho a mis hijos que hay que usar adecuadamente las palabras, que estén donde estén, si no entienden una, vayan corriendo al diccionario: las palabras son la vida». Y es que ella sabe muy bien el alcance, valor, peso, significado, sentido y trascendencia de palabras como libertad, soledad, cárcel, desesperación, hambre, enfermedad, droga, escucha, justicia, palabras que forman parte de su cotidianidad, de su micro universo semántico, de sus conversaciones y preocupaciones.
A mi me asombra que una mujer con tantos problemas, sin estudios y con una vida muy alejada de los ámbitos de formación enarbole la palabra como bandera. Esto sí que es poesía, un ejemplo de ética y estética. Es un privilegio atender y escuchar a personas como ésta que, al menos a mi, me hacen preguntarme y reflexionar por la posición que como profesionales debemos adoptar y por los estilos de relación que cocreamos: se puede aprender tanto de las personas que atendemos si nos relajamos y escuchamos, sin dirigir sus vidas, respetando sus acciones, conversando.

Nanotécnicas

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Parece que la comprensión del universo no está sólo en el análisis de las grandes magnitudes sino más bien en el de las muy pequeñas,las partículas elementales de la física cuántica. Y yo creo que también para el estudio y comprensión de ese otro universo que es el de las relaciones humanas es imprescindible el conocimiento de lo que podríamos llamar nanotécnicas, que serían aquellas que no exigiendo un gran despliegue teórico, son imprescindibles para dar sentido a una relación profesional. Hablamos de: saber abrir y cerrar entrevistas de trabajo y conversaciones,no enjuiciar, guardar silencio en el momento oportuno, respetar, permitir la expresión de sentimientos,estar auténticamente disponible para escuchar,no sentirnos indispensables para la vida de las personas, no tomar decisiones por ellas, ser honestos y hacer lo que de decimos que vamos a hacer, no abandonar los casos cuando no van como esperábamos. Si aseguramos en nuestras intervenciones, nanotécnicas como las que he mencionado, estaremos garantizando un encuadre profesional, y también una ética y una estética en la relación profesional.
Esta aparente sencillez, entraña sin embargo, una gran complejidad porque lo que estaremos poniendo en juego no son sólo las dificultades y problemas de quien acude a nosotros, sino nuestro propio mundo interior. Preguntémonos de vez en cuando por cómo tratamos a las personas que acuden a nuestros servicios, cómo nos sentimos, qué decimos, que tal nos manejamos con la frustración ajena, y con la propia, como afecta nuestra situación personal a nuestro mundo laboral, que tipos de relaciones establecemos, que roles jugamos. Hagamos estos juegos nanotécnicos y veremos cuan importantes son para ayudarnos a comprender elespacio en el que nos movemos todos los dias: el ínterpersonal

Mi espacio de #TrabajoSocial y un texto indispensable

Deprisa, deprisa

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Viven deprisa, a la velocidad de una vida sin infancia ni adolescencia, precoz en desengaños y abandonos, en desilusiones y pérdidas.Su espacio vital y afectivo raras veces va más allá de las calles que delimitan su barrio (El patio al sol, la esquina del trapicheo, el bar, el parque del botellón, la tienda que fía, el solar abandonado, las vías del tren al sur y el polígono comercial al este) y los colegas de siempre.
La vida corre veloz en este barrio periférico y en su loca carrera se lleva por delante ilusiones y afectos, proyectos y deseos. No hay tiempo para pensar (deprisa, deprisa),y a los 14 años puedes tener ya un pasado que, a modo de agujero negro, succione y atrape todo lo que intente salirse de su órbita. Por eso, para este año me he propuesto dar un salto cuántico (que me permita navegar por los alrededores de esos agujeros negros), y, como los relojes de Dali, ablandar el tiempo, modelarlo, pararlo, detenerlo aunque sea un momento, lo suficiente para escuchar, acompañar,iniciar proyectos, revisar,rehacer, vincular, en definitiva, recuperar el tiempo, hacerlo nuestro.Tengo la impresión de que esos niñoadultos que van a la velocidad de la luz necesitan descansos, ralentizar la nave en la que viajan, parámetros mas humanos y comprensivos, espacios para volcar la adrenalina del viaje, y personas e instituciones en las que confiar.

!A defender la Alegría!. Feliz Navidad

Quizás algunos piensen que -como decía la canción de Siniestro Total- corren «malos tiempos para la lírica», pero yo creo que estos son los mejores, los más fértiles.El debate ciudadano suscitado a través del 15M con todo un universo de emociones estéticas: acampadas, asambleas-ágoras,referencias a cómics (anónymous),creatividad a raudales en eslóganes y conceptos, la creación espontánea de mareas de colores (en defensa del patrimonio común), la originalidad en las formas de protestar, en los discursos de los líderes de estos movimientos sociales, chocan con ese otro universo gris que nos ha traído hasta aquí y que pugna por continuar apuntalando su poder, sus maneras de hacer, sus maneras de entender. Pero tiene el futuro perdido, y por eso hoy quiero desear !Feliz Navidad! a ese nuevo mundo que se está alumbrando y sobre todo, a aquellos que lo están haciendo posible.Para todos ellos este regalo de Benedetti

Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

primeros 50 minutos con una niña que sufre

He atendido recientemente a una niña de ocho años que está sufriendo, a esa temprana edad, la tremenda situación de tener miedo de su padre, de no querer estar con él. Tan pequeña y ya tiene que recolocar en la trama de su apenas empezada vida, una de sus figuras claves, la del padre. -¿Cómo asumir en la infancia, que debe ser un territorio de seguridades  emocionales, que quien está para protegerte, acompañarte y quererte, te haga daño?-.
Respondiendo a mis preguntas y comentarios, a veces con el silencio activo de quien está escuchando con detenimiento -midiendo cada una de mis palabras, gestos y miradas-, otras con el llanto apenas contenido (lágrimas que brotaban y corrían involuntariamente por sus mejillas, nacidas del profundo nudo emocional de sufrimiento,incomprensión,soledad) y otras, con una mirada tan profunda, atenta y madura que por momentos me hizo sentir, que el adulto era ella y el niño yo. 50 minutos de entrevista, vividos segundo a segundo, con cuidado, contención, comprensión, respeto, escucha. 50 minutos para intentar generar confianza, peleando con mis propias resistencias, y finalmente, 50 minutos con un sentimiento de responsabilidad permanente de estar a la altura (profesional y personal) del sufrimiento de la niña que me está mirando.

Pinceladas

Aquí, en ésta nube, no estamos por las grandes construcciones teóricas, preferimos interpretar, como el violinista se Chagall, alejados de la formalidad de la cámara orquestal. Nos sentimos libres para reinterpretar la realidad y abordar la intervención profesional desde la sensibilidad y la vida cotidiana. Hoy os dejo un pequeño breviario metodológico, pinceladas de una manera de ver y entender el trabajo.
– Cuándo estoy hablando contigo, siento que no sólo te hablo a tí, porque algo de lo que yo te diga a alguien se lo vas a decir. Es el gran viaje de las palabras que se inicia cuando tú me cuentas algo y yo a ti.(Múltiples voces -de familiares, de amigos, de otros profesionales- en la definición de los problemas, por lo que también debe haber múltiples voces en la mejora de los mismos.
– Una única y pequeña palabra,dicha en un momento delicado, puede producir una deriva en la conversación que se notará también en la relación. (Cuidado con las expresiones que utilizamos, cuidado con los momentos en que lo hacemos…)
– El tiempo es una variable fundamental en nuestro trabajo.Tener la habilidad de estirarlo ante la exigencia y acortarlo cuando se produce dependencia, es garantizarnos un buen «tempo» en la relación profesional.